Una esclava sexual de tan sólo 15 años. Arrancada de su país con falsas promesas, torturada, violada para someter su voluntad. Prostituida durante 12 horas al día en la calle Robador.
Y no es un caso único. Cinco menores han sido halladas en las últimas dos semanas ejerciendo la prostitución en el Raval.
Nos gustaría pensar que las diferentes asociaciones que "ayudan" a las prostitutas de nuestro barrio y que tan críticas se han mostrado con la presión que la policía ejerce sobre ellas (a la vista está la magnitud de esa presión: no hay ni un sólo minuto del día en que en las calles Robador o Sant Ramon no haya alguna prostituta captando clientes) ayudaron a la Policía a liberar a estas chicas, que los clientes (que afirman que las chicas trabajan libremente y sin presión de ninguna mafia) alertaron en seguida a la policía, que las prostitutas que ejercen libremente dieron la voz de alarma.
Pero parece ser que fue la Guardia Urbana la que, durante uno de esos acosos, pidió la documentación a las menores y, a raíz de eso, se inició la investigación. Esperemos que esto sirva para que se deje de criminalizar a la policía cuando hace su trabajo (trabajo útil, como en este caso), se endurezcan o se apliquen las leyes que hoy en día siguen permitiendo el lucro desmesurado de unas mafias que están dispuestas a todo. Esperemos que las administraciones vuelvan a tomar el control de un barrio que se les ha ido de las manos.