Nos ha sorprendido encontrar en La Vanguardia este vídeo sobre una de las asociaciones que ayudan a las prostitutas del Raval, nada menos que en la sección del Concurso Bíblico, en el cual participa el Arzobispado de Barcelona.
En este vídeo veréis como una mujer hace referencia a las últimas manifestaciones de prostitutas en el Raval, contra la ordenanza municipal. Podemos ver a continuación la imagen de una de las máscaras que utilizaron las prostitutas y algunos de sus clientes para manifestarse. Los vecinos pudimos ver a proxenetas repartiendo estas máscaras (no es que disimulen demasiado).
Nosotros, como vecinos, estamos a favor de la aplicación de la ordenanza de civismo. Esta ordenanza, a pesar de lo mucho que algunos han hablado mal de ella, se basa en la declaración de los Derechos Humanos y fue implantada con el objetivo de mejorar la convivencia en nuestra ciudad. Esta ordenanza se infringe contínuamente en nuestras calles, provocando algo más que molestias a los que somos respetuosos con la ley y con los demás ciudadanos.
En concreto, la prostitución callejera, más allá de debates sobre la dignidad de las mujeres prostituidas, atrae a una clientela que no tiene ningún respeto con las mujeres. Estos individuos se agrupan en nuestros portales y acosan a nuestras vecinas con gestos, piropos de dudoso gusto e incluso agresiones físicas. Las asociaciones de defensa de "la mujer" no protegen a estas mujeres de ninguna manera. Es más, apoyan actos en los que participan proxenetas y clientes, en los que se pide que la policia mire hacia otro lado cuando se incumplen leyes y ordenanzas.
Por eso queremos más presencia policial. Mientras sigamos en esta situación, para muchas vecinas ver a un policia en la calle marca la diferencia entre volver a casa tranquilas o temiendo que pase lo peor.
En este vídeo veréis como una mujer hace referencia a las últimas manifestaciones de prostitutas en el Raval, contra la ordenanza municipal. Podemos ver a continuación la imagen de una de las máscaras que utilizaron las prostitutas y algunos de sus clientes para manifestarse. Los vecinos pudimos ver a proxenetas repartiendo estas máscaras (no es que disimulen demasiado).
Nosotros, como vecinos, estamos a favor de la aplicación de la ordenanza de civismo. Esta ordenanza, a pesar de lo mucho que algunos han hablado mal de ella, se basa en la declaración de los Derechos Humanos y fue implantada con el objetivo de mejorar la convivencia en nuestra ciudad. Esta ordenanza se infringe contínuamente en nuestras calles, provocando algo más que molestias a los que somos respetuosos con la ley y con los demás ciudadanos.
En concreto, la prostitución callejera, más allá de debates sobre la dignidad de las mujeres prostituidas, atrae a una clientela que no tiene ningún respeto con las mujeres. Estos individuos se agrupan en nuestros portales y acosan a nuestras vecinas con gestos, piropos de dudoso gusto e incluso agresiones físicas. Las asociaciones de defensa de "la mujer" no protegen a estas mujeres de ninguna manera. Es más, apoyan actos en los que participan proxenetas y clientes, en los que se pide que la policia mire hacia otro lado cuando se incumplen leyes y ordenanzas.
Por eso queremos más presencia policial. Mientras sigamos en esta situación, para muchas vecinas ver a un policia en la calle marca la diferencia entre volver a casa tranquilas o temiendo que pase lo peor.